1.El determinismo
El determinismo es una doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento físico, incluso el pensamiento y las acciones humanas, están causalmente determinados por la irrompible cadena causa-consecuencia y, por tanto, el estado actual «determina» en algún sentido el futuro. Existen diferentes formulaciones de determinismo, que se diferencian en los detalles de sus afirmaciones. Hay tres tipos de determinismo:
- El determinismo lógico sostiene que el valor de verdad de cualquier proposición es intemporal. Por ejemplo: la frase «Mañana lloverá» es verdadera o falsa, y si es verdadera, entonces mañana lloverá por necesidad lógica.
- El determinismo epistémico sostiene que si se conoce cualquier hecho futuro de antemano, entonces debe ocurrir tal hecho inevitablemente.
- El determinismo causal sostiene que todos los eventos son el resultado de leyes naturales y de condiciones precedentes.
Para distinguir las diferentes formas de determinismo conviene clasificarlas de acuerdo con el grado de determinismo que postulan:
- El determinismo fuerte sostiene que no existen sucesos genuinamente aleatorios o azarosos y que, en general, el futuro es potencialmente predecible a partir del presente. El pasado también podría ser «predecible» si conocemos perfectamente una situación puntual de la cadena de causalidad. Pierre-Simon Laplace defendía este tipo de determinismo.
- El determinismo débil sostiene que es la probabilidad lo que está determinado por los hechos presentes, o que existe una fuerte correlación entre el estado presente y los estados futuros, aun admitiendo la influencia de sucesos esencialmente aleatorios e impredecibles.
2. El indeterminismo
El indeterminismo es la actitud filosófica contradictoria al determinismo, es decir que los acontecimientos no dependen de un proceso causal "lineal", esto es por necesidad, sino de un proceso "no lineal", esto es por azar; y por azar no es sin causas, más por un sistema de causas no coordinadas (no lineales).
En oposición al determinismo (procesos necesitados por causas lineales), el indeterminismo niega la fuerza de la necesidad "absoluta" de todos procesos físicos y biológicos. Como el determinismo, el indeterminismo es un concepto ontológico, concerniente al ser.
Ya que el determinismo, que es siempre absoluto y global, niega libertad en las acciones humanas, el indeterminismo se extiende en el concepto antropológico de "libre albedrío". En el indeterminismo los conceptos de sistema, proceso y evento juegan un rol fundamental porque el azar es el resultado de una serie de causas no lineales (que no están relacionadas).
2.1.Indeterminismo ontológico
El indeterminismo ontológico admite la existencia del azar como un factor del volverse de la materia, ya que esos es una mera forma de causalidad donde las causas no son “lineales” como en el determinismo, pero “no lineales”, es decir intrincadas. Por lo tanto, frente al determinismo, que insiste en una vinculación rígida entre causas y efectos de tipo necesitado, el indeterminismo ve también el azar como causa.
Aristóteles fue uno de los primeros en argumentar a favor del indeterminismo. Algunos filósofos han interpretado el "accidente" de Aristóteles como la convergencia de dos cadenas causales como compatibles con el determinismo, pero el propio Aristóteles es inequívoco al oponerse a la estricta necesidad. Los accidentes son consecuencia del azar. Las causas de las cuales pueden ocurrir resultados fortuitos son indeterminadas; por lo tanto, el azar es oscuro para el cálculo humano y es una causa accidental.
La creencia en el dominio absoluto de la necesidad teorizado por el determinismo es contradicha por el indeterminismo, admitiendo al mismo tiempo el azar. La mecánica cuántica ve la dualidad onda-partícula de las partículas elementares subatómicas, que existen tanto como una realidad corpuscular, una masa, uno spin, y una carga electromagnética, mas también como una onda. De acuerdo con el Principio de indeterminación de Heisenberg, el movimiento de un electrón en torno del núcleo es casual. Esta "imprevisibilidad" de la materia elemental se refleja en la indeterminabilidad del mundo subatómico.
El físico de partículas elementales y descubridor de los quark Murray Gell-Mann, (Premio Nobel en 1969), escribió: "Si no somos capaces de hacer predicciones sobre el comportamiento de un núcleo atómico, imagínese cuánto más es el comportamiento fundamentalmente impredecible en todo el universo[...] Más allá de estos simples principios presumiblemente, cualquier historia alternativa del universo depende de los resultados de un número inimaginablemente grande de accidentes.".
(Wikipedia)